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"Frente a los desafíos de la seguridad alimentaria, el cambio climático y calentamiento global, y el combate a la pobreza; Argentina y la región tenemos mucho que decir y aportar al mundo.
En Argentina somos poco mas de 40 millones de habitantes y producimos alimentos para 400 millones, 10 veces nuestra población.
Nuestro potencial para los próximos 5 años es hacerlo para 15 o 20 veces, de acuerdo a diferentes organismos.
Podemos hacer este proceso en forma sustentable, en armonía con la naturaleza, incluyendo personas y creando bienestar para los diferentes grupos de interés. Tenemos recursos naturales abundantes –tierra y agua–, de gran calidad y nuestro capital humano es calificado, creativo y emprendedor.
Necesitamos inversiones de todo tipo: en I&D, infraestructura, logística o educación, para crear bienes públicos e instituciones que den un marco de certeza y menores riesgos a las actividades.
El mundo que viene será muy diferente al que vemos hoy. Casi imperceptiblemente se irá transformando fruto de la convergencia tecnológica y sus impactos sobre las personas y el funcionamiento de la sociedad.
La biotecnología transformará a las plantas, que se parecerán más y más a fábricas, y que utilizarán energía renovable, como la solar, sin emitir CO2 ya que lo absorben; la microbiología nos permitirá domesticar a microorganismos y ponerlos a trabajar a favor de nuestros objetivos, en el campo conviviremos con robots que harán las tareas menos deseadas por los hombres –los robots serán los mejores amigos del hombre– y la logística será mas eficiente con la uberización del transporte de cargas.
La agricultura de precisión, que integra tecnologías aeroespaciales, la electrónica, Big data y data análisis, el machine learning, IoT y la agronomía clásica, nos permitirá ser eficientes. Los costos bajarán y será menor nuestro impacto sobre la naturaleza.
La agricultura de precisión será una guía en el camino de una agricultura y ganadería que se transforma.
Nuestro país, nuestra región, esta esperando con avidez este mundo nuevo. Los emprendedores, de aquí y del mundo, tendremos en estas tierras un lugar en el futuro.
Necesitamos integrarnos al mundo para que estos beneficios se expresen y difundan de manera rápida y profunda.
Necesitamos que avancen las negociaciones sobre comercio agrícola, la eliminación de los subsidios agrícolas y las barreras que afectan al comercio.
Podemos ser el supermercado del mundo alargando las cadenas de valor y diversificando nuestra exportaciones, con beneficios para nosotros, pero especialmente para los consumidores del mundo que tendrán más oferta de alimentos en cantidad y calidad. Los pobres podrán acceder a una mejor alimentación y continuar aceleradamente con el proceso iniciado hace unos años.
Sin integración esta visión será solo una utopía o expresión de deseos.
El comercio es progreso, el comercio une personas y pueblos; el comercio contribuye con la paz.
La integración al mundo es mucho más que intercambios de bienes y servicios en forma más fluida, es también el espacio de transferencia de conocimientos tácitos y de construcción colectiva.
Debemos considerar que la integración económica se facilita con la integración cultural. La cultura y el comercio constituyen una virtuosa asociación que debemos cultivar.
En el siglo XXI el comercio no es sólo “vender pescado” sino “enseñar a pescar”. Argentina tiene mucho para ofrecer en ese sentido. Nuestro conocimiento sobre qué y cómo producir podría ser de mucha utilidad en las áreas rurales del mundo sin desarrollar.
Los TLC no deberían ser sólo tratados sobre la producción vinculados exclusivamente sobre aspectos de la economía, deberían dar un nuevo marco para que haya oportunidades para todos en todas las geografías y territorios.
Por qué no pensar que en nuestra Pampa haya también empresas vinculadas a los agronegocios de Europa o Asia; o nuevos productores franceses como los hubo hace 100 años atrás.
La transnacionalización de empresas, la relocalización de las mismas, la integración de las mismas en redes globales es la forma de resolver los conflictos de intereses que amenazan, con miradas cortas, dilatar los necesarios acuerdos.
Hay que construir más empresas mixtas o integrarse en cadenas de valor, ser más globales, más multiculturales, más nuevos Nosotros.
Los agricultores, los industriales de Europa, de Asia y de cualquier lugar del mundo deben saber que Argentina los está esperando para que juntos seamos actores de una nueva revolución industrial verde, que hará a las personas más libres, autónomas, empleables, emprendedoras, saludables y solidarias.
En definitiva la facilitación del comercio es un camino para la felicidad."
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Discurso de Gustavo Grobocopatel, Presidente de Grupo Los Grobo.
11º Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio.
Martes 12 de diciembre de 2017. Buenos Aires, Argentina.