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20 Febrero, 2019
Biotecnología argentina en debate
Bioceres es una compañía con más de 350 socios de diferentes orígenes, incluyendo a cooperativas, pequeños y grandes productores, industriales, instituciones financieras, y empresas de servicios y alta tecnología.

El propósito de la compañía es facilitar el flujo de los conocimientos desde el ámbito académico hacia la sociedad, integrándose a las redes globales del conocimiento y poniéndolos a disposición de diferentes actores productivos.

Bioceres ha colaborado con múltiples iniciativas de I+D del ámbito privado y público en Argentina, siendo la iniciativa HB4 la más destacada a la fecha. La tecnología HB4 deriva de un gen extraído del girasol, que confiere tolerancia a sequía y salinidad a especies vegetales, siendo único en el mundo por sus características técnicas y estado de desarrollo.

La tecnología HB4, tanto en su aplicación a la soja como al trigo, es un desarrollo conjunto con el CONICET, en un ejemplo claro de sinergia público privada.

En trigo, esta tecnología ha obtenido dictámenes favorables en diferentes instancias: de CONABIA en los aspectos ambientales, y de SENASA en lo que concierne a la salud humana y animal. Además, se encuentra en proceso de desregulación en diferentes países del mundo. Para su salida al mercado sólo falta la aprobación comercial por parte del gobierno argentino.

La cadena comercial del trigo identifica riesgos en su aprobación comercial. Sus temores se fundan en el hecho de que este trigo sería el primero del mundo en su tipo. Además, consideran que Argentina es un jugador pequeño que podría ser marginado y nuestros competidores podrían valerse de esto para tener ventajas comerciales sobre nuestro trigo.

Estos mismos temores, con diferentes situaciones, fueron expuestos cuando se aprobó la soja o el maíz transgénico. La realidad demostró que los beneficios para el país y la sociedad argentina fueron extraordinarios. Una diferencia sustancial es que esta vez, la tecnología es de origen nacional.

Bioceres no desconoce esos temores y cree que podrían mitigarse con distintas herramientas como la utilización de sistemas de identidad preservada, y/o la aprobación del evento en los países vendedores y/o compradores de trigo. Para los vendedores, la ventaja consistiría en poder acceder a esta tecnología que aumenta la productividad, más aún en un contexto de sequías cada vez más frecuentes debido al cambio climático. Para los compradores, la ventaja podría residir en la estabilización de la oferta, aliviando la volatilidad de precios.

Además de Argentina, Bioceres ha iniciado los trámites regulatorios para la aprobación de esta tecnología en Brasil, Estados Unidos, Uruguay y Paraguay. La empresa espera también iniciar solicitudes en Bolivia, Chile y Colombia en lo que resta del año 2019.

Puntualmente, en el caso de Brasil, el principal mercado histórico del trigo argentino, Bioceres está avanzando en el trámite de aprobación por parte de las autoridades brasileñas. En marzo, luego de dos años de consultas con reguladores y especialistas del mercado brasilero, Bioceres va a presentar junto a la empresa local TMG la solicitud de aprobación para el consumo humano y animal. El país vecino cuenta con un sistema de evaluación basado en criterios científicos modelo en el mundo y ha aprobado recientemente un cultivo de poroto y una caña de azúcar OGM.

Por otra parte, la empresa está trabajando con reconocidos procesadores del cereal para ofrecer una garantía de compra para productores que decidan optar por esta solución productiva, de forma tal de brindar cobertura ante cualquier escenario de incertidumbre comercial.

El Presidente Macri se involucró personalmente en este debate que va más allá del tema trigo o Bioceres. Lo que estamos debatiendo es si Argentina va a ser líder en los tiempos de la bioeconomía y si es capaz de tomar decisiones colectivas inteligentes viendo más allá de los obstáculos, mitigando riesgos y proyectando un futuro que la tenga como protagonista.

La propuesta del Presidente de aprobación sujeta a acuerdos en la cadena comercial permite abrir el debate y tener el espacio para la construcción de un camino de liderazgo con escasos precedentes en la historia argentina. Se trata de una oportunidad única que queremos aprovechar.

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