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04 Abril, 2018
“Debemos reflexionar sobre nuestro aporte a la sustentabilidad"
El presidente de la Semana de la Ingeniería 2018, Gustavo Grobocopatel llama a que los ingenieros tengan una mirada amplia sobre el impacto producido por la agroindustria en el ambiente y productividad de los ecosistemas.

¿Cuáles serán los lineamientos en los cuales se desarrollará esta nueva edición de la Semana de la Ingeniería?

El desafío es reflexionar sobre cuáles son los aportes de los ingenieros desde diferentes ópticas a la sustentabilidad, tomando como orientación los Objetivos del Desarrollo Sustentable (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

¿Por qué entiende importante profundizar y debatir sobre esos ejes?

Creo que los tiempos en los que vivimos, de grandes transformaciones y turbulencias, requieren una mirada más amplia sobre los impactos que producen nuestras acciones.

A título personal, ¿qué desafío siente que acepta al liderar una actividad como la Semana de la Ingeniería?

Como ingeniero agrónomo es un honor ocupar este espacio, ya que no creo en los límites entre las profesiones. En nuestros trabajos hoy nos toca ser un poco psicólogos, contadores, abogados, etcétera, pero sobre todo la mirada de ingeniero da una aproximación diferente a la resolución de los problemas. Mi desafío es eso: integrar desde esa aproximación.

Más allá de los ejes específicos que tendrá la Semana de la Ingeniería, ¿qué importancia tienen estas jornadas para el desarrollo de la profesión?

Creo que estos espacios de reflexión e intercambios, de aprendizaje relacional, contribuyen al desarrollo humano y profesional. 

Una vez finalizada la Semana de la Ingeniería, ¿cuál es la reflexión o impresión que le gustaría que se llevasen los asistentes?

Que haya una mirada más amplia sobre los impactos que producimos en la sociedad, en el medio ambiente y por supuesto en la productividad de los ecosistemas donde vivimos y actuamos.

¿Cree que el ingeniero debe dedicarle siempre un tiempo a la recapacitación o a la capacitación de nuevas destrezas o técnicas?

Por supuesto. Todas las personas debemos aprender toda la vida. Aprender a aprender y a desaprender. Y es preferible aprender a tener razón.

Así como los profesionales deben seguir capacitándose, aprendiendo y desaprendiendo. ¿Cree importante que las universidades que forman a  los ingenieros también dinamicen las carreras para incorporar más rápidamente los nuevos conocimientos?

Por supuesto. La educación formal debe adaptarse a los nuevos tiempos y nuevos conocimientos que se tienen sobre el aprendizaje. Además de los contenidos técnicos que van modificándose. El desarrollo de capacidades exige un abordaje nuevo tanto en conocimientos como habilidades y actitudes.

“Los ingenieros tendremos muchos que decir y hacer en temas como el calentamiento global, gestión del agua, reducción de la deforestación y manejo de los residuos”

Desde su experiencia personal, ¿cuál son los aportes tecnológicos más revolucionarios que se dieron en el último tiempo en la actividad agrícola?

Como en otras actividades, la convergencia tecnológica ha impactado fuertemente en lo agrícola. Hasta ahora la biotecnología, la siembra directa y las nuevas moléculas químicas lideraron ese impacto pero vemos que ahora se suman con fuerza la nanotecnología, la robótica, la satelital, la electrónica, el big data, IoT (internet de las cosas) y machine learning, entre otras.

¿Cómo se imagina la actividad agrícola en el futuro?

Creo que a esas innovaciones tecnológicas hay que sumarle las que se realicen en los campos organizacionales e institucionales, como por ejemplo las organizaciones en red, cadenas de valor integradas globalmente y organizaciones público privadas, por ejemplo. Todo esto configurará espacios totalmente diferentes a los que estamos acostumbrados a ver. Habrá tareas robotizadas y otras nuevas que requerirán nuevas competencias en los talentos.

También aprovechando su experiencia personal, ¿cuáles son los principales desafíos ambientales que debe resolver o en los que más debe trabajar el ingeniero que asesora o es productor agrícola?

Sin duda que el tema de calentamiento global, gestión del agua, impacto de los fitosanitarios, la reducción de la deforestación basada en los ordenamientos territoriales, el manejo de los residuos y otros serán todos objeto de estudio y de búsqueda de soluciones. Aquí los ingenieros tendremos mucho para decir y hacer.

¿El país necesita más ingenieros agrónomos? ¿Por qué?

Necesitamos más personas formadas para los desafíos de lo que viene en todas las profesiones y campos de las ciencias y las artes. No solo es un problema de más ingenieros, que sí necesitamos, sino de cómo están preparados.

En el Foro de Inversiones dijo que el país podía duplicar en 10 años la producción de agroalimentos. ¿Cómo se podría lograr eso?

Hay varias oportunidades de crecimiento de la producción primaria pero también en la transformación de esas maerias primas en productos más elaborados, procesados y con cadenas de valor más alargadas. En este sentido hay análisis prospectivos muy estimulantes en cuanto a impacto sobre el PBI y la generación de trabajo.

¿Cuál es el principal aporte que pueden hacer los ingenieros a una nación como la Argentina?

En un mundo que se transforma, los ingenieros, los ingeniosos, estamos preparados para desafiar lo ya hecho. Lo hacemos con nuestros conocimientos técnicos pero sobre todo con nuestra capacidad de emprender, de innovar y de crear.

¿Cree que los ingenieros ocupan un rol protagónico en el desarrollo de este país? O, en todo caso, ¿debería ocupar un rol protagónico? ¿Por qué?

Por los motivos anteriores: sabemos ser líderes y protagonistas.

El actual presidente es ingeniero. Como ingeniero que es usted, ¿qué herramientas o atributos entiende que le ofrece la ingeniería al presidente? O en todo caso, ¿qué herramientas de la ingeniería ve que utiliza el presidente en su gestión?

Es cierto que tuvimos en Argentina una “sobredosis” de presidentes abogados y que la formación de ingeniero contribuye con otra mirada. Hay países donde los ingenieros son mayoría en los gobiernos, China, sin ir más lejos. Creo que los aportes podrían ser la orientación a resultados, a análisis basados en datos, por citar algunos aportes. Pero nuevamente esto no es patrimonio solo de una profesión. Creo que la mirada sistémica, holística, 360 grados, es más importante que la profesión. Ojalá que haya algún día un presidente artista o que en cada uno de nosotros fluya más lo artístico.

¿Por qué sugiere que en todos los profesionales o personas debe fluir más lo artístico? ¿Qué entiende que le aporta a la persona y a un país?

El pensamiento artístico permite desarrollar una comunicación mejor, más empática y más eficiente, también permite desarrollar la capacidad de crear y por lo tanto innovar. Todas estas son competencias básicas para el siglo XXI.

¿Cómo observa el desarrollo de la ingeniería nacional dentro de un mundo globalizado como el actual?

En mi experiencia, los ingenieros agrónomos argentinos son muy valorados en todo el mundo. Personalmente participé de procesos de desarrollo agrícola en Uruguay y Brasil donde los más importantes estaban liderados por ingenieros argentinos.

¿Qué tan centrales deben ser las nuevas tecnologías en el perfil de los futuros ingenieros?

Creo que la formación tecnológica debe ser central, fuerte, profunda. Los ingenieros tenemos ese destino, ese compromiso con la sociedad.

¿Qué identidad o perfil debería tener el ingeniero del futuro?

Sin dejar de lado la formación tecnológica, deberíamos tener una mirada más amplia e integradora. La idea de esta Semana de la Ingeniería es contribuir humildemente con este desafío.

¿Qué tan importante es en la formación de un nuevo ingeniero las aptitudes blandas, como la capacidad de trabajar en equipo, a adaptarse a los cambios, a empatizar con el otro?

Estos temas son fundamentales. No estamos formando a técnicos que hacen cálculos, deberíamos formar  líderes en el sentido más amplio y específico.

"La formación tecnológica debe ser central, fuerte y profunda. Los ingenieros tenemos ese compromiso con la sociedad”.

¿Por qué estudió ingeniería? ¿Volvería a tomar esa decisión? ¿Por qué?

Amo el campo y su gente, la vida al aire libre, la naturaleza. La ingeniería agronómica era una carrera excelente para formarse en esos intereses. Volvería a estudiar esta carrera sin dudas.

¿Y qué le diría para motivar a un joven que tiene ganas de estudiar alguna rama de la ingeniería pero duda en hacerlo?

Que no dude, así existe.

Se dice que el ingeniero está preparado esencialmente para resolver problemas. Solucionar problemas, más pequeños o más grandes, puede ser un motor de vida?

Creo que además de solucionar problemas, los ingenieros debemos tener la capacidad de encontrarlos, encuadrarlos, conceptualizarlos, modelarlos. Esto es muy bueno para que la vida fluya, mucho más si esto nos hace plenos y felices.

¿Qué peso o relevancia tuvo el hecho de que es ingeniero en el éxito de su empresa?

Yo creo que pude hacer muchas cosas en mi empresa porque tenía conocimientos que el resto no tenía y eso gracias a la carrera que estudié. Luego el camino del desarrollo profesional me hizo desarrollar aspectos vinculados con otras carreras. En el fondo es un tema de vocación por aprender y por dar lo aprendido a la sociedad lo que define la relevancia o no. Ser ingeniero le dio un carácter y una impronta definida, particular.

Innovador y reconocido

Gustavo Grobocopatel es ingeniero agrónomo. Se recibió en la Universidad de Buenos Aires en 1984, donde fue docente de Manejo y Conservación de Suelos. Actualmente preside el Grupo Los Grobo, una empresa nacida en 1984 basada en la innovación y con presencia en diferentes áreas del sector de los agronegocios. Es miembro de la comisión directiva de la Asociación Empresaria Argentina, el Consejo Económico y Social de la Universidad Torcuato Di Tella y el Consejo de la Producción de la Argentina. En 2007 recibió el premio al Creativo Argentino, otorgado por el Círculo de Creativos de la Argentina; en 2008, el Konex de Platino al Empresario Rural de la Década; en 2010, el premio al Liderazgo Corporativo en Comunicaciones, otorgado por el Consejo Profesional de Relaciones Públicas; y en 2012 la Universidad Siglo XXI lo eligió como el Empresario Líder, entre otros reconocimientos.

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Publicado en la edición 1128 (marzo 2018) de la revista CAI (Centro Argentino de Ingenieros):
www.cai.org.ar

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