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08 Septiembre, 2022
Dólar soja: el CEO de una empresa líder dijo que se necesitan “medidas a largo plazo” para el campo
Enrique Flaiban, de Los Grobo, valoró el programa oficial para que se venda más de la oleaginosa, pero consideró que hay que avanzar en programas de fondo para el sector.

Enrique Flaiban, CEO de Grupo Los Grobo, uno de los mayores actores del sector agroindustrial, valoró el dólar soja, que tiene un tipo de cambio a $200, pero pidió que “se construyan medidas a largo plazo que impulsen al campo”.

“Es un incentivo más y ojalá que los productores que lo elijan puedan verse beneficiados a corto o mediano plazo. Al haber nacido y crecido en la Argentina, atravesamos distintos contextos y escenarios y entendemos que la coyuntura económica, política y social hace que todos estemos muy expectantes”, indicó y agregó: “Sin embargo, más allá de este contexto y de las medidas puntuales, también es importante que se construyan medidas a largo plazo que impulsen al campo”.

“El sector viene creciendo y para que ese crecimiento continúe y se potencie son necesarias aquellas medidas y programas que nos lleven hacia el futuro y a agregar valor al país como industria”, agregó.

En diálogo con varios medios, entre ellos LA NACION, el ejecutivo sostuvo que para la compañía el último “fue un muy buen año”, ya que al ejercicio cerrado el 30 de junio pasado facturó un 25% más versus el anterior. Saltó de US$655 millones a US$820 millones. A esa cifra se llegó con su firma de agroquímicos Agrofina (tiene más de 400 clientes y 221 colaboradores), Los Grobo Agropecuaria (posee 35 sucursales de insumos, más de 5000 clientes y 429 colaboradores) y el molino Cánepa (más de 550 clientes y 65 colaboradores).

Además, la compañía tiene bajo administración 260.000 hectáreas que se siembran bajo un modelo de asociación con productores, al día de hoy 74. El objetivo es llegar a las 350.000 hectáreas para 2025.

En el último ciclo, la firma esperaba superar las 420.000 toneladas entre todos los cultivos, esto es trigo, maíz, soja, girasol y cebada, pero por la sequía terminó en 400.000. En esa línea, explicó que por la falta de precipitaciones este año se atrasó “bastante” la campaña del maíz y ahora se está demorando la siembra del mismo cereal. Respecto del trigo, en tanto consideró que por ahora no está en riesgo la cosecha.

Para la última campaña, la firma invirtió US$120 millones, contra US$95 millones del ciclo anterior. “La inversión en la campaña terminó siendo mucho más grande por la suba de los precios de los fertilizantes, el combustible, con lo cual nos terminó impactando en la competitividad. Prácticamente, lo que fue el resultado de la campaña anterior lo tuvimos que volver a reinvertir”.

El grupo posee 15 plantas de acopio por donde pasan 2,5 millones de toneladas. Su objetivo es crecer a 3,5 millones de toneladas con inversiones en las actuales instalaciones y nuevas plantas. También poseen tres semilleros, siete plantas de procesamiento profesional de semillas de donde salieron 280.000 bolsas de semillas de soja y 180.000 de trigo, una planta de producción de fitosanitarios en Zarate, el molino harinero Cánepa en Chivilcoy y un laboratorio de investigación y desarrollo en Buenos Aires. En un plan de expansión prevén sumar 15 sucursales a las 35 actuales.

Para el ejecutivo, el sector está “muy atomizado” y se va a una consolidación de grandes grupos que, en tanto, pueden ofrecer oportunidades, competitividad, a productores más chicos. “Ahí es en donde tenemos que capturar oportunidades”, expresó el directivo. Por ello, remarcó que la empresa busca seguir sumando negocios a su red.

“Un acopio local es difícil que pueda competir con alguien grande; yo al productor le terminó dando mejores condiciones, ya sea mejor financiación, asesoramiento, condiciones para granos”, dijo.

En este contexto, consideró que la compañía puede convertirse en “un vehículo muy importante e interesante para quien quiera invertir en el agro”.

“En el mundo hay muchísimo dinero que busca inversiones. El mundo de las commodities es una inversión segura, rentable y dentro de todo predecible, entonces qué mejor país que Estados Unidos, Brasil o la Argentina, que son los grandes productores de alimentos. Los Grobo podemos ser ese vehículo que miren los inversores para invertir en el agro”, indicó.

No obstante, remarcó que para que esto ocurra la Argentina “tiene que cambiar ciertos aspectos en cuanto a su política referente a la recepción de inversión extranjera”. Agregó: “Con un control de cambio, difícilmente haya extranjeros que quieran invertir en el país”. → lanacion.com.ar

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